SÍFILIS
GENERALIDADES:
Sífilis, es una enfermedad infecciosa conocida desde el siglo XV. No fue
hasta 1905 que Fritz Shaudin y Erich Hoffman descubrieron un
microorganismo espiral en una lesión sifilítica secundaria.
La sífilis es una enfermedad de transmisión
sexual causada por la bacteria Treponema pallidum. Esta bacteria penetra en el
organismo a través de las membranas mucosas, como las de la vagina o la boca, o
bien a través de la piel. Horas después, llega cerca de los ganglios linfáticos
y luego se propaga por todo el organismo a través de la sangre. La sífilis
también puede infectar a un feto durante el embarazo, causando defectos
congénitos u otros problemas.
Una persona que ha sido curada de
sífilis no se vuelve inmune y puede volver a infectarse.
SÍNTOMAS
Los síntomas suelen comenzar de 1
a 13 semanas después del contagio; el promedio es de 3 a 4 semanas. La
infección con Treponema pallidum pasa por varios estadios: el primario, el
secundario, el latente y el terciario. La infección puede durar muchos años y
raramente provoca lesiones cardíacas, cerebrales o la muerte.
·
Estadio primario
En el estadio primario, aparece
una llaga o úlcera indolora (chancro) en el sitio de infección, generalmente
sobre la parte genital. El chancro también puede aparecer en los labios, la
lengua, la garganta, el cérvix, los dedos o, rara vez, en otras partes del
cuerpo. Por lo general, se presenta una sola llaga, pero en ocasiones pueden
ser varias.
El chancro comienza como una
pequeña zona roja abultada que pronto se convierte en una llaga abierta
(úlcera), pero sigue siendo indolora. La llaga no sangra, pero al rozarla
desprende un líquido claro altamente infeccioso. Los ganglios linfáticos
cercanos suelen aumentar de tamaño, pero son indoloros. Como la lesión produce
tan pocos síntomas, suele ser ignorada. Alrededor de la mitad de las mujeres
infectadas y un tercio de los hombres infectados no sabe que la tienen. Ésta
suele curarse en 3 a 12 semanas, después de lo cual el afectado parece
encontrarse perfectamente bien.
·
Estadio
secundario
El estadio secundario suele
iniciarse con una erupción cutánea, que suele aparecer de 6 a 12 semanas
después de la infección. Alrededor del 25 por ciento de los infectados aún
tiene una llaga que se está curando durante esta etapa. Esta erupción puede
durar poco tiempo o bien prolongarse durante meses. Aunque la persona no reciba
tratamiento, suele desaparecer. Sin embargo, puede aparecer de nuevo semanas o
meses más tarde.
En el estadio secundario, son
frecuentes las úlceras en la boca que afectan a más del 80 por ciento de los
enfermos. Alrededor del 50 por ciento presenta ganglios linfáticos inflamados
en todo el cuerpo y aproximadamente un 10 por ciento tiene inflamación en los
ojos. Esta inflamación no suele producir síntomas, aunque, ocasionalmente, el
nervio óptico se inflama y entonces la visión se vuelve borrosa.
Aproximadamente el 10 por ciento presenta inflamación de huesos y
articulaciones que produce mucho dolor. La inflamación renal puede hacer que se
encuentren proteínas en la orina y la del hígado puede provocar ictericia. Un
reducido número de personas desarrolla una inflamación de la membrana que
recubre del cerebro (meningitis sifilítica aguda), que se traduce en dolor de
cabeza, rigidez en el cuello y en ocasiones sordera.
Ocasionalmente, aparecen
formaciones algo abultadas (condilomas planos) en las que la piel se une a una
membrana mucosa, por ejemplo, en los bordes internos de los labios y de la
vulva y en las zonas húmedas de la piel. Estas lesiones extremadamente
infecciosas pueden aplanarse y adoptar un color rosa oscuro o gris. El pelo
suele caerse a mechones, lo cual le da una apariencia apolillada. Otros
síntomas incluyen sensación de malestar (indisposición), pérdida del apetito,
náuseas, vómitos, fatiga, fiebre y anemia.
·
Estadio latente
Una vez que la persona se ha
recuperado del estadio secundario, la enfermedad entra en un estadio latente en
el que no se producen síntomas. Esta etapa puede durar años o décadas o durante
el resto de la vida. Durante la primera parte del estadio latente, a veces
recurren las llagas infecciosas.
·
Estadio terciario
Durante la tercera etapa (estadio
terciario), la sífilis no es contagiosa. Los síntomas oscilan entre leves y
devastadores. Pueden aparecer tres tipos principales de síntomas: sífilis
terciaria benigna, sífilis cardiovascular y neurosífilis.
La sífilis terciaria benigna es
muy rara en la actualidad. En varios órganos aparecen bultos llamados gomas,
que crecen lentamente, se curan de forma gradual y dejan cicatrices. Estas
lesiones pueden aparecer en casi todo el cuerpo, pero son más frecuentes en la
pierna justo debajo de la rodilla, la parte superior del tronco y el cuero
cabelludo. Los huesos pueden resultar afectados, provocando un dolor profundo y
penetrante que suele empeorar durante la noche.
La sífilis cardiovascular suele
aparecer de 10 a 25 años después de la infección inicial. El enfermo puede
desarrollar un aneurisma (debilitamiento y dilatación) de la aorta (la
principal arteria que sale del corazón) o insuficiencia de la válvula aórtica.
Estos trastornos pueden producir dolor de pecho, insuficiencia cardíaca o la
muerte.
La neurosífilis (sífilis del
sistema nervioso) afecta a alrededor del 5 por ciento de todos los sifilíticos
no tratados. Las tres clases principales son neurosífilis meningovascular,
neurosífilis parética y neurosífilis tabética.
DIAGNÓSTICO
El médico sospecha que una
persona tiene sífilis a partir de sus síntomas. El diagnóstico definitivo se
basa en los resultados de las pruebas de laboratorio y la exploración física.
Se utilizan
dos tipos de análisis de sangre. El primero es un análisis de control, como la
llamada VDRL (laboratorio de investigación de enfermedades venéreas) o el RPR
(reargina rápida del plasma). Dichos análisis son fáciles de hacer y no
resultan costosos. Generalmente las pruebas serológicas se hacen
positivas a las 3-4 semanas de la infección.
El huésped produce anticuerpos contra material lipoidal liberado por las
células dañadas (reaginas)
En ciertos casos dan resultados falsos
positivos, pero tienen la ventaja de negativizarse cuando se repiten después de
un tratamiento correcto. Es posible que el médico necesite repetir este tipo de
pruebas porque los resultados pueden ser negativos en las primeras semanas de
sífilis primaria. El segundo tipo de análisis de sangre, que es más exacto,
detecta anticuerpos contra la bacteria que produce sífilis; sin embargo, una
vez que se obtiene un resultado positivo,también tenemos las pruebaTPHA
(determinación de anticuerpos
anti-Trepanema pallidum)
hemaglutinacion en microplaca dando asi la detección cualitativa y semi
cuantitativa.
Para el diagnóstico serológico de
la sífilis se utilizan tanto pruebas treponémicas como no treponémicas. Estas
pruebas se diferencian en los antígenos utilizados y en el tipo de anticuerpo que
se determina.
·
Pruebas No Treponémicas
Determinan anticuerpos reagínicos
que se detectan con un antígeno: cardiolipina-lecitina altamente purificado. A
pesar de que las pruebas no treponémicas son relativamente específicas, no son
exclusivas para la sífilis y por tanto, pueden producirse reacciones falsas
positivas.
Las pruebas no treponémicas que
se usan en la actualidad se dividen en 2 grupos, según la forma en que se
detecten los complejos antígenos-anticuerpos; así tendremos pruebas no
treponémicas de fijación del complemento (como la de Kolmer) y pruebas no
treponémicas de floculación. Estas últimas resultan más fáciles de realizar,
entre ellas podemos citar: la Venereal Disease Research Laboratory
(VDRL) y las pruebas reaginas rápidas o Rapid Plasma Reagin (RPR). En la
actualidad, la prueba serológica no treponémica más utilizada es la VDRL. Se
trata de una prueba bien controlada, fácil de realizar y que se puede
cuantificar con exactitud. Los resultados de la VDRL se describen como
positivos o reactivos, débil reactivo y negativas o no reactivas.
RPR Rapid
Plasma Reagin
Reacción
Antígeno-anticuerpo de floculación en tarjeta.
Muestras: suero no
calentado (no inactivado), plasma.
La suspensión de antígeno
contiene partículas de carbón.
Usado mayormente como
técnica de screening.
VDRL Venereal Disease Research Laboratory
Reacción
antígeno-anticuerpo de floculación en lámina.
Muestras:
suero calentado o LCR.
El antígeno
es una solución alcohólica incolora que contiene cardiolipina, colesterol y
lecitina purificada para producir una reactividad estándar.
La solución salina amortiguada contiene
formaldehido neutro, fosfato disódico, fosfato monopotásico y cloruro de sodio.
Permite análisis
cualitativo y cuantitativo.
·
PRUEBAS TREPONÉMICAS
En las pruebas treponémicas, el
antígeno es el T. pallidum, su finalidad es la de detectar anticuerpos
antitreponémicos específicos que generalmente aparecen en infecciones
provocadas por treponemas como sífilis, frambesia, sífilis endémica y pinta.
Debido a su mayor especificidad, estas pruebas sólo se utilizan para confirmar
los datos obtenidos en las pruebas no treponémicas. Por desgracia, son
técnicamente complejas y costosas con relación a las no treponémicas.
Entre las pruebas treponémicas
utilizadas en la actualidad, están las pruebas de inmovilización del treponema
(TPI), esta prueba es muy específica, pero es cara y difícil de estandarizar,
requiere m.o. vivos. No es tan sensible como el método de anticuerpos
fluorescentes y, en la actualidad, su empleo se limita a casos especiales.
Fluorescent-Treponemal
antibody absorbed (FTA-ABS) es la modificación actualmente
empleada en la cual los sueros de pruebas son previamente absorbidos para
eliminar anticuerpos de grupo, y así la prueba se hace relativamente
específica. La FTA-ABS es compleja, lleva tiempo, por ende no se recomienda
para estudios amplios, sino para la confirmación de pruebas no treponémicas
positivas y para el diagnóstico de estadios tardíos de la sífilis en los cuales
las pruebas no treponémicas dan resultados falsos negativos. Esta prueba es
específica y sensible,12 pero usualmente permanece positiva después
del tratamiento.13 La FTA-ABS IgM se utiliza para el monitoreo de
enfermedades activas, pues la IgM no puede atravesar la placenta intacta, la
presencia de IgM fetales antitreponémicas, detectadas por la prueba FTA-ABS
IgM, indicaría la existencia de una infección sifilítica activa en el recién
nacido.14 Esta prueba puede resultar inconfiable si se encuentran
presentes anticuerpos IgG bloqueadores o un factor reumatoideo como puede
ocurrir en niños congénitamente infectados.14 Newer probó que
se puede reducir este problema con la introducción de la columna 19s del suero
para eliminar la IgG y el factor reumatoideo, así la FTA-ABS19 IgM y la IgM
capturada por ELISA se han convertido en pruebas muy disponibles en este
sentido.15-17 Entre las pruebas de hemaglutinación para la detección
de anticuerpos frente al T. pallidum tenemos: Treponema pallidum,
Haemagglutination Assay (TPHA), en este caso la presencia de anticuerpos se
pone de manifiesto mediante macrohemaglutinación de T. pallidum.
Entre las modificaciones
posteriores hay que citar la prueba automatizada y cualitativa de
hemaglutinación, es decir, Automated Microagglutination Treponemal Pallidum
(AMHA-TP). Este último método puede usarse también de forma manual cualitativa
y cuantitativa, y recibe entonces el nombre de MHA-TP. Las pruebas de
hemaglutinación treponémica son menos caras y más sencillas que otras pruebas
treponémicas,11 pueden efectuarse en un elevado número de muestras
gracias a su automatización.
Las pruebas de hemaglutinación
son menos sensibles que las FTA-ABS en la sífilis primaria, pero en los demás
períodos resultan más sensibles que dicha prueba.
Enzyme-linked
inmunosorbent assay (ELISA): es una prueba rápida, se compara su
sensibilidad con la FTA-ABS y se usan anticuerpos monoclonales de murino contra
treponema.7,9
La especificidad molecular de los
anticuerpos a los antígenos de T. pallidum están siendo examinados por
inmunoblot y radioinmunoprecipitación. Estos estudios podrían explicar las
bases del actual uso de estas pruebas.18-20 El uso de la reacción en
cadena de la polimerasa para detectar el genoma del T. pallidum y por
tanto la presencia del m.o. probablemente también sea útil, especialmente en
investigaciones.
TRATAMIENTO
Y PRONÓSTICO
La penicilina, que en general es
el mejor antibiótico para todos los estadios de la sífilis, suele administrarse
por vía intramuscular durante el estadio primario. En casos de sífilis en
estadio secundario, se aplican dos inyecciones adicionales con intervalos de
una semana. La penicilina también se utiliza en casos de sífilis latente y en
estadio terciario, a pesar de que puede ser necesario un tratamiento
intravenoso más intenso. Las personas alérgicas a la penicilina pueden recibir
doxiciclina o tetraciclina oral durante 2 a 4 semanas.
Las personas con sífilis en
estadios latente o terciario deben ser examinadas con intervalos regulares una
vez finalizado el tratamiento. Los resultados de los análisis de anticuerpos
suelen ser positivos durante muchos años, a veces durante toda la vida. Éstos
no indican que exista una nueva infección. También se realizan otras pruebas
para verificar que no existan nuevas infecciones.
Después del tratamiento, el
pronóstico para los estadios primario, secundario y latente de la sífilis es
excelente. Pero el pronóstico es malo en los casos de sífilis terciaria que
afecte al cerebro o al corazón, ya que las lesiones existentes por lo general
son irreversibles.
CONCLUSIONES
Puesto
que no miden anticuerpos específicos frente a T.pallidum su
positividad no asegura enfermedad sifilítica.
Una
de las grandes ventajas de estas técnicas es que son fundamentales para monitorear
la eficacia de los tratamientos mediante el descenso de los títulos
séricos en el tiempo pudiendo hasta negativizarse.
Sólo
la prueba VDRL está validada para la detección de
anticuerpos no-treponémicos en LCR y, en consecuencia, es el único útil para el
diagnóstico de neurosífilis, (junto a una treponémica en suero). Se
recomienda la prueba FTA-ABS que es un
examen más específico para sífilis.
BIBLIOGRAFIAS
No hay comentarios:
Publicar un comentario